jueves, 5 de julio de 2012

Banquetas de Tuxtla

Invito a quien lea este blog a que intente empujar una carriola -con bebé adentro- sobre una banqueta de Tuxtla Gutiérrez. Ojalá logre avanzar más de tres casas.

La realidad es que nuestras banquetas están muy disparejas: muchas rampas de entrada a los estacionamientos hacen cortes muy pronunciados; en las banquetas hay hoyos, grietas, postes, letreros, puestos callejeros, obras de albañiles y demás obstrucciones.

Adicionalmente, si uno se baja de la banqueta para caminar tiene que enfrentar el tráfico, autos estacionándose, bolones de mezcla de cemento dejados por albañiles, entre otros nuevos obstáculos.

Me ha tocado ver gente discapacitada en silla de ruedas que tienen que avanzar entre los autos porque la banqueta es intransitable; gente que arriesga a sus bebés en carriolas entre el tráfico; gente que empuja diablitos de carga entre los autos por la misma razón -derivado de lo cual a diario surgen pleitos callejeros.

Debe reglamentarse esto. La autoridad municipal debe empezar a reglamentarlo transversalmente, supervisando extrictamente su cumplimiento. Respecto de las banquetas que ya están en ese estado, debe iniciarse un programa de emparejamiento de aceras y rampas para discapacitados (y demás vehículos de ruedas); Por su parte, las construcciones en curso y futuras deberán cumplir con los códigos por cuenta propia.

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