lunes, 7 de noviembre de 2011

Basura y Sabinal, la cuenta regresiva

Si las funciones mínimas de un ayuntamiento, de acuerdo al Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Fracción III, consisten en abastecer a su población de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales, limpia, recolección traslado, tratamiento, y disposición final de residuos, entre otras ¿por qué tenemos en Tuxtla Gutiérrez tantos basureros de esquina, drenajes a cielo abierto y carecemos de botes de basura en la mayoría de las calles?

Hoy como hace más de un siglo, cuando comenzó a fungir como capital del estado, Tuxtla Gutiérrez sigue sin estar a la altura de su misión como capital del estado.

Es impensable que un estado que cimienta su orgullo en sus atributos naturales tenga como capital una ciudad que usa muchas de sus esquinas como basureros, en donde es más fácil encontrar un bache que un bote de basura, en donde las aguas negras del drenaje y del alcantarillado (juntos) fluyen a cielo abierto contaminando un río natural y desembocando en el río Grijalva, dañando con ello a miles de especies naturales y sus ecosistemas –pues la planta tratadora de Paso Limón es insuficiente ante los crecientes volúmenes de descarga.

Para el problema de la basura, necesitamos disponer de un sistema efectivo de recolección municipal de basura casa por casa en las zonas de menor tráfico a la vez de instalar contenedores de basura en las zonas más conglomeradas para su recolección en camiones grúa de contenedores, como se hace en las ciudades de los países desarrollados.

Para ello, el ayuntamiento podría contratar y capacitar a quienes ya se dedican informalmente a recolectar la basura en ciertas colonias, brindándoles un esquema de seguridad e higiene y equipándolos con vehículos para cubrir más zonas de la ciudad y del resto del municipio.

Este problema no es exclusivo de la zona urbana de este municipio, también es endémico en colonias urbanas y rurales, rancherías, caseríos y demás asentamientos en el resto del estado, en donde es común ver basureros al aire libre contaminando las zonas naturales a orillas de los poblados.

Aún cuando en algunos de estos lugares existen letreros prohibiendo tirar basura so pena de multa, ello no basta para evitarlo si a su vez los habitantes no disponen de un sistema de recolección.

Así pues, es crucial que cada ayuntamiento, en la totalidad de asentamientos de su circunscripción, monte la cadena completa de tratamiento de desechos: recolección de basura calle por calle, concentración en tiraderos con relleno sanitario, plantas de reciclaje y tratamiento de residuos.

Por su parte, si bien sabemos de la existencia de un proyecto público-privado para rescatar el Río Sabinal, los ciudadanos de Tuxtla Gutiérrez aún no vemos resultados. Aparte de su fétido hedor, del foco de infección que implica y del daño medioambiental y estético que ocasiona, las lluvias mantienen siempre alto el riesgo de que esas aguas negras nuevamente desborden en miles de viviendas.